Hawzah – Pregunta:

Sé bien que la mentira es uno de los vicios, pero la practico con facilidad, tanto en cosas pequeñas como grandes. No sé cómo deshacerme de ella. ¡Por favor guíeme, que Allah le recompense con el bien!

Respuesta:

Toda acción puede convertirse en un hábito —sea buena o mala—. En tu caso, la mentira se ha transformado en una costumbre; y aunque superarla puede resultar difícil, debes esforzarte con cuidado y constancia hasta reemplazarla por su opuesto: la veracidad.

Primero: arrepiéntete sinceramente y pide perdón a Allah por este pecado antes de que la muerte llegue de manera inesperada y enfrentes el castigo doloroso que Allah ha preparado para los mentirosos.

Segundo: dedica tiempo a reflexionar a solas sobre las causas que te llevaron a este vicio. Identifica esos motivos y elimínalos para que el problema desaparezca desde su raíz.

Tercero: compara los beneficios de la veracidad con los perjuicios de la mentira en todos los aspectos de la vida —personal, familiar y social—. Por ejemplo, lee libros que hablen sobre la honestidad y la integridad. Estas lecturas fortalecerán tu motivación para decir la verdad.

Cuarto: acostúmbrate a realizar buenas acciones, como leer obras religiosas, meditar sobre la otra vida, ayudar a los necesitados, honrar a tus padres y enseñar a otros lo que has aprendido sobre la religión.

Quinto: recuerda siempre este hadiz:

“El creyente no saborea la dulzura de la fe en su corazón hasta que abandona la mentira, ya sea en serio o en broma.”

Sexto: piensa en lo que sentirías si tus mentiras fueran descubiertas —pues inevitablemente lo serán—. Imagina la humillación y la vergüenza que seguirían. ¿Podrías soportarlo?

Séptimo: comprende que el mentiroso pierde el respeto y la dignidad ante los ojos de las personas y de su propia familia. ¿Realmente deseas ser considerado alguien sin valor entre ellos?

Espero que, siguiendo estos pasos prácticos, logres liberarte de un hábito que tú mismo reconoces como uno de los vicios más destructivos.

Fuente: “Para un futuro mejor”, por Husain Ansariyan